En tu microrrelato La carnada perfecta se habla sobre lo que ha sido controversia en los últimos años: los enamoramientos a través de las plataformas digitales. Las redes sociales nos acercan a las personas, pero también nos convierten en presas. ¿Qué te llevó a tratar sobre este tema?

La idea de este microrrelato es retratar situaciones que a simple vista parecen ser fáciles de manejar, pero que en realidad esconden muchas ramificaciones de escenarios buenos, malos y peores. En cuanto a relaciones virtuales se refiere, al inicio somos muy ingenuos, como los niños y adolescentes. Queremos creer que nos conectamos con el “paquete perfecto”, la pareja perfecta. Nos toma tiempo desarrollar la habilidad de discernir si lo que leemos o vemos es demasiado perfecto para ser real. 

Me pareció interesante mostrar todo el proceso que pasa una persona hasta llegar al punto de crisis. Dependerá del lector determinar, de quien es la crisis.

¿Qué opinas de la ciencia ficción en Panamá?

A mi parecer el tema de la ciencia ficción en Panamá es muy fuerte. Tal vez no es tan notable en el sector literario, pero definitivamente hay fandoms de series, películas y comics que demuestra el interés por los posibles futuros.

El público busca un futuro positivo, amigable y beneficioso. Y la ciencia ficción brinda posibilidades plausibles tanto buenas como malas.

Creo que las personas en Panamá tienen curiosidad por el porvenir, por la posibilidad de nuevas tecnologías y nuevos mundos y sobre todo de como nosotros seríamos parte de ellos.

La presión social, el bullying, la necesidad de los likes. Estos son algunos de los temas recurrentes en tus microrrelatos. Háblanos un poco sobre ello.

Creo que estos temas son sabores de nuestra realidad y somos determinados por ellos en muchas ocasiones. El bullying puede forjar el carácter en una persona y hacerla fuerte, como puede crearle ansiedad y convertirla en una bomba de tiempo.

La realidad es que las redes sociales son parte de las interacciones humanas. Necesitamos la virtualidad para comunicarnos, buscar información incluso para entendernos. No veo cerca el momento de dejar de depender del internet y su “influencia”

Me parece que el tema se incrusta en mis relatos. Es algo que noto en mí y en los demás. Algo que me intriga y necesito exponerlo. Me encanta ver cómo reaccionan los demás y no sentir ser la única extraña en el mundo.

Tu libro, Pasaporte de Saturno, tiene una mezcla de ciencia ficción, fantasía y terror. ¿Fue una idea que planteaste desde el inicio o surgió de repente?

El pasaporte es un documento personal que muestra de donde es una persona, a diferencia de un ticket de viaje que muestra a donde va. Para mí, pasaporte de Saturno reúne historias extrañas e inusuales que muestran como veo el mundo desde una perspectiva fuera del planeta.

Me ha sorprendido la respuesta de los lectores, cuando se identifican con lo peculiar, con los pensamientos fuera de caja. En realidad, no fue planeado hasta cierto punto, los temas eran ideas que quería expresar. La forma como los presento si es planeada.

De hecho, tengo planeado una serie de “pasaportes” como colecciones de cuentos que tiene un “aura” en común, uno galáctico.

¿Estás escribiendo algo nuevo? ¿De qué se trata?

Bueno Pasaporte de Saturno es mi primer libro, luego saqué Pasaporte de Neptuno que mantiene mi estilo de escritura, pero con un tono más melancólico reflejo de la situación por la que pasaba, por la pasábamos todos.

De ahí me uní con varios amigos y creamos la antología de Cuentos de tinta fresca donde busco empujar los parámetros literarios y presentarme en otras facetas.

Ahora mismo me interesa mucho el tema de la ciencia ficción, estoy trabajando en un relato infantil con el tema eco amigable, y otro para nada infantil con tono erótico y distópico.

De ahí, debo entrevistar a mis relatos para averiguar qué quieren que haga con ellos, después de todo ellos tiene el control yo solo soy la secretaria.